sábado, 27 de abril de 2013

Sin capacidad para atender a miles de víctimas de la guerra del narco

Hacen urgente llamado para apoyar psicológicamente a huérfanos y demás menores que sufren traumas y desamparo

Por David Carrizales

 Monterrey, NL, 26 de abril- Representantes de organizaciones civiles, funcionarios y especialistas de diversas disciplinas, hicieron un llamado a la sociedad; a los tres poderes del Estado y a sus tres niveles de gobierno; a la iniciativa privada, los medios de comunicación, al sector educativo y a la sociedad civil organizada, promover y llevar a cabo acciones, programas y políticas públicas que generen una cultura de paz, de protección y defensa de los derechos de la infancia.
Reunidos en el Encuentro Nacional sobre Atención Psicológica a Niñas y Niños Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos, destacaron que en el contexto de una situación de violencia extrema en todo el país, donde se habla de más de 80 mil muertos y 25 mil desaparecidos, por la “guerra del narcotráfico”, los infantes son uno de los grupos más vulnerables y desatendidos del país, pues muchos de ellos ni siquiera están ubicados, pues la lógica de la violencia los obliga a huir o esconderse.
Advirtieron que si no se atiende de manera urgente y eficaz a los menores que han sufrido la desaparición o muerte de alguno o ambos padres, “corremos el riesgo de que el rencor y el odio se apoderen de nuestros corazones para alimentar una cultura que reproduzca y promueva conductas violentas”, lo que ay viene sucediendo.

Un millón de personas directamente afectadas por muerte o desaparición de un familiar 

Destacaron que por cada muerto o desaparecido, se estima que al menos diez personas entre familiares y amigos, requieren atención psicológica, de ahí que en México más de un millón de personas estarían en esa situación por ser víctimas directas de la violencia.
Añadieron que las niñas y los niños, sobre todos aquellos que hoy están huérfanos y viven en el desamparo, requieren una atención integral urgente, para ayudarlos a superar la situación que enfrentan, y evitar que el trauma que padecen, los haga convertirse más tarde en perpetradores de la violencia , los impulse a incurrir en conductas autodestructivas.
Alejandro Morton Martínez, director de Protección a la Infancia y Familia del DIF de Nuevo León; Maricela Escamilla Garza, consejera de Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac); Gerardo Cantú Garza, coordinador de los Equipos de Intervención en Crisis de la Secretaría Estatal de Salud; y Rodolfo Salazar, responsable del área de Psicología en Cadhac, reconocieron que el problema de los niños en orfandad o desamparo,  es tan grande y complejo, que el Estado y la sociedad están rebasados.
 Por ello urgieron a una mayor coordinación entre todos los involucrados en el tema  y  que más gente participe primero para detectar y después apoyar a los menores que han sufrido algún tipo de violación a sus derechos humanos.
En un documento leído por Rodolfo Salazar, se puntualizó que ya en 2011 la Unicef afirmaba que seis de cada diez niños sufre violencia. Por otro lado, hay datos que indican que de 40 millones de niñas y niños que hay en el país, cinco millones viven en extrema pobreza y más de tres millones son explotados y obligados a trabajar.
La infancia es el momento de la vida en el que nos desarrollamos: aprendemos a sentir, a relacionarnos, a solucionar problemas; en un contexto violento tiende a reproducir ciertos sentimientos, tipos de relaciones y formas de solucionar conflictos.
Nos corresponde a los adultos, brindar opciones que rompan el ciclo de violencia a través de mecanismos que promuevan una cultura de paz, pero sobre todo, de protección y atención a la niñez que hoy está creciendo en una situación de crisis humanitaria, se concluye en el texto leído por Salazar.

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