Empresa pedrera violó legislación ambiental
Y fue premiada con permiso de la Semarnat
Por David Carrizales
Monterrey, NL, 11
de abril- Personal del Juzgado Primero de Distrito en materia administrativa,
acudió a realizar una inspección en la sierra de Picachos en el municipio de
Higueras, para constatar los daños ambientales causados por la empresa
pedrera Matrimar SA de CV, que indebidamente recibió autorización para
cambio de uso de suelo, por parte de la delegación estatal de la Secretaría del
Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Mariano Núñez
González, asesor legal de los vecinos de Higueras que se oponen al proyecto,
explicó que en febrero de 2012, la citada empresa fue sancionada por la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), con una multa de 550
mil pesos por causar un impacto ambiental y de 730 mil pesos por daños forestales.
Además se le
condenó a regenerar la zona afectada, un total de 130 mil 200 metros cuadrados,
sin que haya dado cumplimiento a la resolución, según se pudo comprobar durante
el recorrido de inspección.
Sin embargo, el
delegado de la Semarnat, Jorge Gerardo Rodríguez Peña, el pasado 29 de
enero autorizó a la empresa Martimar,”como “premio por violar la
normatividad ambiental”, el cambio de uso de suelo.
Por lo anterior,
los vecinos de Higueras, que participan en la Asociación Ecológica
de la Sierra de Picachos AC, promovieron un juicio de amparo contra la
autorización otorgada por la Semarnat, el cual quedó registrado con el número
de expediente, 339-2013.
Mariano Núñez destacó que si no se frena este proyecto,
México podría enfrentar demandas de organismos internacionales y países que han
signado convenios en materia de cooperación ambiental, ya que la Sierra de
Picachos es santuario de especies de aves que emigran desde Canadá y mamíferos
que provienen del sur de Estados Unidos, cuya frontera se localiza a 50
kilómetros de la Sierra de Picachos.
Además, la operación de la pedrera afectaría seriamente
por contaminación a los municipios de la zona metropolitana y otros que se
localizan al norte de Monterrey.
Con sus 75 mil 852.55 hectáreas, la Sierra de Picachos
constituye el área natural protegida más grande de Nuevo León, y por su
ubicación geográfica constituye un escudo natural de protección ante los
frentes fríos para la zona metropolitana de Monterrey.
Ahí habitan especies de animales como el puma, el oso
negro, jabalí; aves como el halcón cernícalo, águila real, codorniz Moctezuma
guajolote silvestre; y como parte de su riqueza vegetal existen el encino
memelito, encino roble, y pino arizónica, entre otras especies.
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