Si entregamos al extranjero nuestra industria petrolera, perderemos todo como país, dice Manuel Bartlett
Por David Carrizales
Monterrey, NL, 21 de agosto de 2008- El ex director general de Pemex (Petróleos
Mexicanos), Francisco Rojas Gutiérrez, señaló que es falso que la paraestatal
carezca de fondos propios para su modernización y crecimiento. “Es un mito
creado por la ofensiva mediática del gobierno, para hacernos creer que Pemex no
tiene recursos y por lo tanto nos tienen que venir a ayudar los extranjeros”.
Asentó que Pemex acaba de informar a la Comisión de Valores de Estados Unidos,
que al mes de junio de 2008 había invertido de su caja, 26 mil millones de
dólares en la compra de sus propios pasivos, de sus Pidiriegas”.
Y cuando una empresa tiene la capacidad de comprar 26 mil millones de dólares
de sus propios pasivos, “es evidente que el único problema que no tiene es el
de caja”, pues con esa cantidad, podrían hacer tres refinerías de 300 mil
barriles en un año, si esto fuera posible.
Por su parte, el ex senador priísta, Manuel Bartlett Díaz, que al igual que
Rojas y el analista Rolando Cordera Campos, participó en un foro sobre la reforma
y contrarreforma energética, organizado por el PT y PRD en la entidad, expuso
que el propio Auditor Superior de la Federación, Arturo González de Aragón, que
fue “invitado” por el gobierno de Calderón a uno de los foros del Senado, hizo
un análisis de la situación financiera de Pemex, relacionada con la situación
financiera del país, y ahí dijo que sí hay dinero para modernizar la
paraestatal, pero los grandes empresarios de México no pagan impuestos.
Y “entonces,
claro, hay que sacarle todo a Pemex para que los que más tienen no paguen
impuestos; uno de los grandes empresarios pagó 75 pesos por los arreglos que
tienen, el país no puede vivir con ese régimen fiscal”, declaró el priísta.
Además, señaló, la transparencia que han presumido los panistas no existe, “Pemex
se maneja como si fuera propiedad personal de unos cuantos pícaros, para
beneficio de unos cuantos y no para servir a las grandes mayorías del país”.
Rojas Gutiérrez expresó a su vez que la iniciativa de PRI cumple el objetivo
fundamental, que es el rechazo tajante a la privatización de la refinación, del
transporte, los ductos, el almacenamiento y también a la posibilidad de
contratos de riesgo, que contiene la propuesta presentada por el presidente
Felipe Calderón.
|
Francisco Rojas Gutiérrez, ex director de Pemex. |
Sin embargo, para Manuel Bartlett, “la iniciativa de Manlio Fabio Beltrones”,
no tiene el apoyo de todos los priístas del país, por sus similitudes con la
iniciativa de Calderón.
Reiteró Bartlett que el PRI no es Beltrones, Emilio Gamboa y Francisco
Labastida, sino los millones de militantes de todo el país, la mayoría de los
cuales están en contra de la privatización de Pemex, como ha constatado en sus
recorridos.
Por eso, señaló, dado que el PRI es un partido democrático, se deberá discutir
en el seno de su Asamblea Nacional, el planteamiento que debe hacer el tricolor
cuando se analicen en el Congreso de la Unión las diversas propuestas sobre la
reforma energética.
Añadió que el nacionalismo energético y la defensa de la soberanía nacional,
son elementos fundamentales del PRI, que si los hiciera a un lado por cúpulas
que los rechazaran, “estaríamos perdiendo la identidad y el sentido como
partido”.
Bartlett admitió que el tema de la inseguridad está eclipsando todo en el país,
incluyendo el tema energético, por eso advirtió, no debemos desatender un tema
que define el futuro del país, ya que “si por cualquier resquicio entregamos la
industria petrolera a la inversión extranjera, estaríamos perdiendo todo como
país”.
Señaló que la propuesta de Calderón responde a la presión que ejercen los países
consumidores de petróleo y es un modelo que beneficia sólo a ellos no a México.
Bartlett Díaz reconoció que el problema de la corrupción en Pemex es enorme, y
llega “hasta la familia de ya saben quién”, en alusión directa al secretario de
Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quien dijo, se ha beneficiado con contratos
de la paraestatal a la sombra de las representaciones que ha tenido.
En tanto, Rolando Cordera Campos ponderó las ganancias de Pemex antes del pago
de impuestos, a pesar de la corrupción y la carga laboral, pues gana tanto como
las grandes petroleras del mundo; “pero se diluyen en el hueco fiscal señalado
por Bartlett, para cubrir a los grandes empresarios que no pagan impuestos y
para el gasto corriente más dilapidador”.
Contrario a lo que induce a pensar el gobierno con su campaña mediática: que
los que no apoyan la reforma calderonista, están contra cualquier cambio en
Pemex, expuso Cordera,
“yo creo que la empresa necesita modernizarse, volverse una gran industria
capaz de hacer frente a todos los desafíos que enfrenta el mundo petrolero, y
debe servir como lo fue en el pasado, como una verdadera palanca del desarrollo
industrial, asegurando abasto oportuno y a la altura de las necesidades del
país”.
“Yo no sé por qué industriales privados importantes, están favoreciendo una
iniciativa que ni a ellos les conviene, olvidando que lo que se necesita para
desarrollar la rama petroquímica y de proveduría, es una industria petrolera
estatal comprometida con el desarrollo nacional, porque ninguna empresa extranjera
se va a comprometer en ello”.
|
Manuel Bartlett Díaz, ex secretario de Gobernación. |
Agregó Cordera, “no sé por qué el gobierno después de los debates en el Senado,
no ha retirado sus iniciativas, quedó demostrado que no son constitucionales, y
no están dirigidas a convertir a Pemex en una gran palanca de desarrollo, más
bien están dirigidas a abrir la puerta a diferentes formas de privatización y
consecuentemente al uso y abuso del recurso petrolero”.
Yo hubiera esperado, como un acto de sabiduría política y de congruencia
democrática, que el presidente Calderón retirara sus iniciativas para abrirle
camino no a las iniciativas priístas, ni a las del Frente Amplio Progresista,
sino a un periodo sistemático, profundo y comprometido de construcción de una
política energética de Estado, para el fortalecimiento y desarrollo de Pemex,
expresó Cordera.
Puntualizó Cordera, que después de los foros “no estamos al final del debate, y mal haría
el gobierno o cualquier partido político nacional en pretender que el debate ha
concluido y en buscar una solución formalista en las Cámaras por la vía de la
construcción de una mayoría de legisladores, que no sería una mayoría nacional
y pondría al país en la perspectiva de nuevas y quizá más peligrosas
confrontaciones políticas y sobre todo de tipo social”.
Por ello, expuso, es el momento de exigirle responsabilidad a las fuerzas
políticas y al gobierno en primer lugar, para que el país entre en un periodo
de reflexión y estudio a través de sus representantes, de sus sabios, de sus
conocedores, para alcanzar la mejor industria nacional estatal que podamos
tener.