Las estructuras del Estado responden a esquemas del Siglo XVII;
Son paquidérmicas, corruptas y no disponen de recursos, dice el poeta.
Por David Carrizales
Dos años en la búsqueda de desaparecidos
Monterrey, NL, 21 de junio- En
vísperas de que se cumplan el domingo próximo dos años del Diálogo por la Paz
que se llevó a cabo en el Castillo de Chapultepec, el poeta Javier Sicilia,
afirmó que aún “falta todo” para que se cumpla la exigencia de justicia a las
víctimas de desaparición, en el marco de la guerra contra el narcotráfico,
pues las estructuras del Estado diseñadas para tal propósito, responden a
esquemas del siglo XVII, son corruptas, paquidérmicas y no disponen de recursos
económicos y humanos para la dimensión del problema que tienen en sus manos.
Sicilia participó en una
reunión con familiares de desaparecidos, activistas que apoyan su lucha, y
autoridades de la Procuraduría de Justicia de Nuevo León, para revisar avances
en las investigaciones, donde se informó que en dos años desde que inició este
proceso, a raíz de la Caravana del Movimiento por la Paz con Justicia y
Dignidad, se ha localizado a 38 personas con vida, y a 14 mediante ADN,
mientras que dentro de diez averiguaciones previas hay 33 consignaciones
con 44 órdenes de aprehensión otorgadas, 43 de ellas ejecutadas.
Esta fue la reunión 14 que
realizan las partes. La primera se registró en junio de 2011, cuando la
Caravana del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, pasó por Nuevo
León, y los participantes realizaron una protesta frente a la Procuraduría de
Justicia del Estado, para exigir trabajar para localizar a personas
desaparecidas y castigar los presuntos responsables.
Javier Sicilia, dijo en
entrevista, antes de una marcha hacia las instalaciones de la Procuraduría
que realizaron unos 70 familiares de desaparecidos, que el esquema de
trabajar en equipo ciudadanos y autoridades, se debe replicar en toda la
República, porque a escala nacional se trabaja con modelos que vienen desde la
época de la Colonia, “todo queda en procesos y es un desastre”, de ahí que es
necesario, generar confianza entre autoridades y víctimas. Pero para que esto
se dé la presión ciudadana es fundamental.
Asimismo, señaló que fuera de
Nuevo León, donde ya se logró incluir en noviembre de 2012 la desaparición
forzada en el Código Penal, este delito no se ha tipificado en el país, y
mientras así sea nadie hace nada. Poco se puede lograr si se empieza a
buscar a una persona a las 72 horas de que se reportó su desaparición, pues
para entonces ya no hay nadie; o lo metieron a las redes de trata de personas,
lo asesinaron, o lo esclavizaron.
Javier Sicilia dijo que si
bien el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, informó
recientemente sobre la creación de un equipo de veintitantos antropólogos
forenses para trabajar en la identificación de restos, “no son nada”, pues para
la dimensión del problema harían falta 500; “el gobierno federal y los
gobiernos estatales necesitan dotar de dinero a las procuradurías en cuestiones
de bancos de datos, formación de antropólogos forenses, pues sin esto no
vamos a encontrar a las víctimas”, y parecería que las autoridades no se dan
cuenta de la dimensión de la tragedia humanitaria que estamos viviendo.
A la par de mayores recursos,
para incrementar y mejorar el equipo material y humano, dijo Sicilia, es
necesario cambiar hacia la ruta de la paz. “Son el reverso y anverso de
la misma moneda: si no hay dinero para justicia y no hay una ruta de paz, simplemente
vamos a seguir acumulando dolor, miseria y sufrimiento”.
El poeta señaló que el trabajo
realizado en Nuevo León con Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos
(Cadhac), ha sido fundamental y el de la Procuraduría ha sido ejemplar, y
aunque falta mucho que hacer, “estuvieron dispuestos a soportar que les
dijéramos ustedes no han cumplido, tienen una obligación”.
Hemos ido construyendo un
proceso importante, los resultados muestran que es un nuevo camino y que son
las nuevas formas en que se tiene que trabajar con el Estado, en una igualdad
con los ciudadanos, “vamos a romper la idea de que la autoridad está por
encima”.
Asentó que no sólo en Nuevo
León, “en el país falta todo, las estructuras de procedimiento están ancladas
en el siglo XVII, como las cortes españolas, la burocracia. No no está ayudando
a la justicia y el Estado que además de ser corrupto es paquidérmico, s son
lentos para responder, en el servicio a los ciudadanos, a la justicia y a la
paz.
El procurador, Adrián de la
Garza Santos, comentó que de los 71 asuntos que en algún momento se llevaron
con Cadhac, se hizo una depuración, porque algunas personas regresaron, y ahora
se llevan 40 casos, y aunque los resultados no son los que hubieran deseado,
por no hallar a todas las víctimas, lo importante es que se ha abierto una
relación entre autoridades y ciudadanos.
En tanto Consuelo Morales,
coordinadora de Cadhac, dijo que en estos dos años, de trabajo conjunto y
resistencias mutuas en algunos momentos, se ha logrado que la tragedia de
personas desaparecidas se reconozca como parte importante de la agenda pública;
y que se amplíe y modernice el equipo y los recursos de la Procuraduría
destinados a esta problemática.
Asimismo, que se tipifique la
desaparición forzada en el Código Penal del Estado, de acuerdo con los más
altos estándares en materia de derechos humanos; y que en la totalidad de casos
de desaparición documentados por Cadhac, se hayan encontrado 52 personas:
14 sin vida identificadas mediante ADN, y 38 con vida.
Además, se logró que dentro de
diez averiguaciones previas, haya hasta el momento 33 consignaciones, con 44
órdenes de aprehensión otorgadas, 43 de ellas ejecutadas.
No obstante, dijo Morales
Elizondo, reconocen las enormes carencias y la necesidad de fortalecer estrategias,
ante lo cual se trabaja en la construcción de un grupo experto de agentes
investigadores de alto nivel, en un formato estatal de búsqueda urgente de
personas desaparecidas, así como en un protocolo para personas no localizadas y
en la redacción, a partir de la Ley General de Víctimas, de una Ley Estatal de
Víctimas “que pueda servir como un sólido instrumento de justicia para todas
las víctimas de nuestro estado”.
Señaló Morales Elizondo que
desde 2009 a la fecha Cadhac tiene registradas más de mil personas
desaparecidas en Nuevo León (970 según la Procuraduría), y aunque la frecuencia
de estos hechos ha disminuido, continúan sucediendo estos hechos,
“muchas veces a manos de las propias autoridades”.