domingo, 12 de diciembre de 2010

Jaime Rodríguez "El Bronco", acusado por despojo

Desalojan violentamente a vecinos de García

Acusan afectados a Jaime Rodríguez y Abel Guerra


* Constructora los despoja de cien hectáreas

Por David Carrizales
Monterrey, NL, 16 de noviembre de 2010- Familias que sufrieron la destrucción de 280 viviendas con maquinaria pesada y fueron desalojadas el pasado 28 de octubre por la policía municipal de García y civiles armados, a las órdenes de la empresa, Construcciones y Servicios del Noreste, protestaron hoy frente al Palacio de Gobierno, para exigir justicia al gobernador Rodrigo Medina y demandar la destitución del alcalde priista de dicha población, Jaime Rodríguez Calderón, “por abuso de autoridad”.

Con el propósito de que dentro del juicio administrativo 710/2008, el personal del juzgado segundo civil, no constatara que tenían 18 años en posesión pacífica de cien hectáreas del predio El Palmital, la empresa privada con el apoyo del alcalde de García, cinco días antes de la diligencia de inspección, utilizó trascabos para arrasar con todo, a tal grado que bajo o entre los escombros quedó su ropa, muebles y herramientas de trabajo, pero también cientos de gallinas, cerdos y guajolotes, que fueron masacrados vivos, aseguraron los quejosos.
Durante la protesta, mostraron fotografías donde aparecen las casas de material y tejabanes de madera, que tenían hasta antes del 28 de octubre, así como los montones de basura y escombro en lo que al final quedó convertido el asentamiento, donde vivieron desde 1992, gracias a un permiso que por escrito les otorgó la autoridad municipal de aquél entonces.
Durante años vivieron tranquilos. Aunque todos son de condición humilde, trabajaron duro para construir sus casas donde había sido un tiradero de basura que a nadie más que a ellos parecía interesar.
Pero la situación cambió a finales del gobierno municipal de Marco Antonio Hernández Arizpe, que en octubre de 2006 entregó en comodatos hasta por 99 años o vendió gran cantidad de terrenos entre ellos éste que permanece en disputa y que cobró gran interés comercial, por la reciente construcción de una moderna carretera que comunica a García con Monterrey.
Sin siquiera notificar a los colonos de El Palmital, el ex alcalde Hernández Arizpe vendió dichos terrenos a la empresa Construcciones y Servicios del Noreste, pese a que José Natividad González Parás como gobernador de Nuevo León emitió un decreto, publicado el 26 de julio de 2004, donde se asentaba que no existían escrituras ni había algún dueño particular de esa propiedad, y que cualquier alcalde que quisiera enajenar, debería negociar con los colonos, explicó el abogado de los quejosos, Miguel Angel Rodríguez.
A raíz de que empezaron las presiones para que abandonaranel terreno, expuso el profesional del derecho, en 2008  los colonos iniciaron un juicio administrativo civil, para que se les reconociera como propietarios, por haber cumplido sobradamente más de cinco años de posesión pacífica, como exige la legislación local.
Estaban muy confiados en ganar el caso, porque cuentan con abundantes pruebas de la posesión pacífica, ya que hasta el IFE en 2003 les expidió credenciales de elector, aunque aparecen con “domicilio conocido” en Garzas y Capellanías, como se conoció anteriormente a dicho predio.
El tres de noviembre, el personal del juzgado segundo civil, acudiría a comprobar que había viviendas en el terreno. Pero el 27 de octubre policías y civiles armados, apoyaron el desalojo y destrucción del predio, en un operativo que, aseguran los afectados, encabezó por parte de la empresa privada, el arquitecto, Fernando Osorio Alvarez, quien sería el encargado de levantar en el sitio un nuevo fraccionamiento y se portó “muy prepotente”, pues incluso fracturó un dedo meñique de la señora Celia Morales (como lo constató la Comisión Estatal de Derechos Humanos), al estirar violentamente el brazo para exigir que se retiraran los colonos.
El 28 de octubre siguió la destrucción de viviendas y fueron detenidos 17 vecinos por oponer resistencia y varios de ellos fueron acusados de robo, al pretender rescatar algunos de sus bienes, prácticamente chatarra, de entre los escombros. A Carlos Yáñez además le “sembraron” una pistola, y debió pagar 20 mil pesos de fianza para obtener su libertad.
Creyentes de San Judas Tadeo, dicen que el santo es muy milagroso, pero también es “justiciero”. Aseguraron que el 28 de octubre, cuando se celebra su día, el arquitecto Fernando Osorio ordenó a un operador de trascabo que derribara una capillita erigida al mencionado Santo, y el trabajador le “sacó la vuelta”, pero el profesionista molesto le exigió que regresara a terminar el “trabajo”.
El operador tuvo que hacerlo, y media hora después se registró el incidente, donde Osorio murió acribillado por militares, cuando éstos acudieron a García por un supuesto retén de la delincuencia organizada que les habían reportado, y presuntamente Osorio Alvarez ignoró una indicación para que detuviera su camioneta y al contrario aceleró la marcha.
Los manifestantes pidieron que se investigue y aclare la muerte de Osorio Alvarez, pues aseguran que éste les había dicho que la orden para el desalojo y destrucción de sus viviendas había sido de Rodríguez Calderón, y del arquitecto Abel Guerra Garza,  secretario estatal de Obras Públicas con el ex gobernador José Natividad González Parás.
Aseguran que el día que los militares acribillaron a Osorio, bajo la camisa le encontraron grandes fajos de billetes, y es que un día antes a varios de ellos había pretendido “convencerlos” para que abandonaran los terrenos a cambio de dinero en efectivo y un lote para construir una casa en otra parte de la zona metropolitana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario