sábado, 18 de diciembre de 2010

Recuerdan a Piporro en su cumpleaños

Por David Carrizales
Monterrey, NL, 17 de diciembre- Con la convicción de que las personas mueren cuando sus seres queridos las olvidan, medio centenar de amigos y familiares del actor cómico, cantante y compositor, Eulalio González Ramírez “El Piporro”, celebraron el jueves con sus canciones, el que hubiera sido el cumpleaños 89 del artista, que falleció el primero de septiembre de 2003, a causa de un paro cardiaco mientras dormía.
Entre los asistentes al acto, realizado en el restaurant-bar La Bohemia, por convocatoria de sus amigos, entre otros el empresario Salvador Guajardo, estuvieron el acordeonista Juan Silva, quien acompañó durante 42 años a El Piporro en sus presentaciones y en la grabación de sus discos, María Eugenia Llamas “La Tucita”, y la cantante Mirza Maldonado, hija de los compositores Fernando Z. Maldonado y María Alma Basurto.
Juan Silva interpretó con su acordeón y voz, canciones que fueron éxitos del originario de los Herrera, Nuevo León como “Esta noche tu vendrás”, mientras el imitador del cómico norteño, Roel Martínez Cano, cantó y bailó “Don Baldomero”´, acompañado por el grupo El Tigre.
 Comentaron los organizadores que el cumpleaños de El Piporro se celebra desde hace unas seis décadas, incluso en 2003, a escasos tres meses de su deceso, y más que un homenaje a un hombre que con su arte histriónico y musical supo dar grandes alegrías a un pueblo, se trata de recordar no al artista sino al gran ser humano que fue “Lalo” como lo llaman sus conocidos.
El Piporro era un hombre que hablaba perfectamente el inglés y tenía una vasta cultura, lo cual no impedía o quizá por esos cultivados atributos era siempre una persona de extrema sencillez.
Enrique Tamez, uno de los asistentes recordó que hará unos 20 años, en Artega, Coahuila, llegó González Ramírez a un restaurante, mientras tocaba un grupo regional.
Eufórico, porque quizá se había tomado unos tequilitas, les dijo a los músicos si podían acompañarlo con unas canciones, pero estos dijeron que no las conocían.
Yo me acerqué y ofrecí acompañarlo con la guitarra. Don Eulalio quiso dedicar las canciones a dos matrimonios, al parecer de la gente “importante” de Arteaga que estaban en una de las mesas, pero los caballeros un tanto despóticamente señalaron que su música no les agradaba.
Entonces, recordó Tamez, yo, que no conocía a don Eulalio, pero intuyendo de lo que era capaz, les dije que si para ellos estaba bien que les cantara “Oh sole mío”, o alguna otra pieza de ópera, y para sorpresa de los petulantes, se las cantó en italiano con una bien timbrada voz de tenor, que los dejó con la boca abierta y apenados por su grosera actitud inicial.
Pablo González, hijo del actor, comentó que este festejo cada año cobra más fuerza, y ellos siguen la tradición “para que no se nos borre de la cabeza ese gran hombre que fue El Piporro, y que por su forma de ser siempre estuvo rodeado de gente que lo apreciaba sin importar su condición económica o social, si bien entre ellos hubo muchos famosos como Pedro Infante, Germán Valdez “Tintán”, Julio Aldama y David Reynoso, que fueron algunos de sus grandes amigos.
Expuso Pablo que pese a que a su padre le gustaba llevarlos a los estudios de filmación y los presumía a otros artistas, a diferencia de algunos que pretenden que los crean solteros, nunca les inculcó que siguieran su camino, quizá porque sabía lo duro y a veces maleado que está el ambiente.
Quizá por eso, dice Pablo, aunque todos sus hijos  (Elvira, Lalo, Eliana, Tini y él) tienen aptitudes para lo artístico, ninguno hizo carrera profesional en ese ramo.

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