lunes, 29 de julio de 2013

Es un asco la medicina, prevalece el mercantilismo y la falta de escrúpulos.

La cantante de Chihuahua, estuvo a punto de perder la vida, por mala cirugía


 *Truena el comisionado de Arbitraje Médico contra malos profesionistas.

*Abusan del ignorante y el vanidoso, algunos que ni título tienen para realizar cirugías estéticas

 
 

Por David Carrizales /Parte I

Monterrey, NL, 23 de septiembre- “Es un asco la medicina”, en muchos profesionistas prevalece el interés mercantilista, y aún peor, son capaces de hacer operaciones que no se necesitan, practicar cirugías para las que no están capacitados, o cobrar por servicios que ni siquiera realizaron, sostiene Francisco Decrescenzo Tancredi, Comisionado Estatal de Arbitraje Médico (Coesamed).
El objetivo del organismo que preside, dice Decrescenzo,  es volver a la relación médico-paciente que había en los años 70. “Los médicos éramos segundos en ética, sólo estábamos después de los sacerdotes, el Día del Médico recibía yo muchos regalos, ahora ninguno; ya no estamos en ese lugar, no sé con quién nos comparan ahora, pero si es con los curas, estamos mal, pues ahí están los del Opus Dei” (con cuestionamientos por pederastia o protección de su práctica)

 Los pacientes terminan con más problemas que los que buscaba resolver

Cirujano general con especialidad en problemas vasculares y 49 años de experiencia, afirma Decrescenzo que en el caso de las cirugías estéticas, muchos médicos “abusan del ignorante y del vanidoso”, con tal de sacarles dinero, sometiéndolos a tratamientos que provocan mayores problemas que aquellos que sus clientes buscaban resolver.
“No quiero tener broncas con el Sector Salud, pero el problema es que la Secretaría Estatal ha avalado a muchos changarros, porque no merecen otro nombre, les ha dado permiso para que hagan cirugías estéticas, aunque no cumplan los requisitos, si un hospital no tiene banco de sangre no es hospital y los mandan a que la compren, aunque ya no se vende la sangre como hasta hace unos diez años.
“Y por eso ahora en estaciones de televisión se piden donadores que vayan a tal parte a donar, hasta el Hospital Universitario y el Seguro Social, tienen dificultades”. Entonces no es posible que pequeñas clínicas privadas muy deficientes, sin esterilización adecuada, estén operando, porque luego vienen las complicaciones, y el que resiente esos problemas además del paciente, es el sector público de salud.
Francisco Decrescenzo Tancredi
Yo voy todos los días al Hospital Universitario la labor que se hace es admirable, desgraciadamente se ha visto afectada con el Seguro Popular. “Eso de que ya 106 millones de mexicanos están cubiertos, pues yo les he preguntado a los diputados federales y no me contestan ¿qué presupuesto tiene el Seguro Popular?, porque son los mismos recursos que ya había para el sector salud”.
Ante la Comaes, el Seguro Social tenía el primer lugar en quejas por malas prácticas médicas en general, y desde hace cuatro años son más contra médicos privados, en proporción de cuatro a uno, no obstante que es mucha más la gente que atiende el sector público de salud.
Cada mes se presentan ante el organismo de conciliación cuatro quejas por complicaciones o malos resultados en operaciones estéticas, que se realizan en clínicas privadas.
Pero la cifra de afectados debe ser mucho mayor, considera Decrescenzo, ya que con frecuencia la gente no se queja ni denuncia, por vergüenza, sentirse culpables de que ellos mismos se buscaron su mal, o por desconfianza de obtener algún resultado favorable.
Comenta que el organismo ha atendido quejas por casos dramáticos en tratamientos de cirugía plástica.  A una mujer le amputaron las dos manos, por no haber realizado antes estudios arteriales.  “Yo logré que le dieran un millón 200 mil pesos para conseguir una prótesis”.
Sin embargo, no se logró su rehabilitación porque para cuando se le aplicaron las prótesis ya había pasado casi un año, y esto debe hacerse al momento de la amputación, para que los músculos se recuperen. “Y me da mucho coraje porque la señora está impedida, y por la falta de manos, para comer, según dice la misma víctima, debe hacerlo “como un perro”, pues se inclina hasta tomar los alimentos con la boca directamente del plato.
Se han presentado casos de personas que por mejorar algún detalle de su rostro, terminaron con la boca chueca, y se vuelven a operar, pero ya no quedan bien, porque los músculos y la piel ya no pueden estirarse más.

             Mucha gente por vergüenza no denuncia a los charlatanes

Hay operaciones para combatir la obesidad, que cuestan de 40 a 50 mil pesos, para la colocación de bandas del estómago. Impedido por ley para dar datos de identidad sobre pacientes o prestadores de servicios médicos, cuenta Decrescenzo: “Hay un sinvergüenza que él mismo hace las bandas para el estómago y por su mala calidad se resbalan y aprietan el esófago, entonces el paciente está vomite y vomite, le sobrevienen problemas de esofagitis.
Estos sujetos siguen operando, porque la gente no se queja, y aunque yo sí procedo de acuerdo a mis facultades, “les echo los perros”, es decir, -los cita ante la Comaes para conciliar con los afectados-. Pero en este caso, si este sujeto quiere, sigue operando, “yo no tengo autoridad, para quitarle la licencia”.
Otros médicos, afirma Decrescenzo, hacen cosas innecesarias con tal de cobrar, o hacen una colostomía descendente, y dicen que fue una resección de colon, con lo que elevan el cobro de cuatro mil a 14 mil pesos.
Hay quien dice que operan las varices con rayo laser, “la gente se deja ir, es muy crédula, después resulta que no fue eso, porque es una insuficiencia vascular, y si no se extrae, el problema no sólo persistirá, sino que terminarán peor!.
También se presentan complicaciones pues para “modelar” un cuerpo, extraen grasa de una parte para inyectarla donde buscan aumentar volumen, pero como la grasa tiene “muy escasa circulación, por eso se muere”. Además inyectan aceite de cocina o industrial, un cuerpo extraño que provoca una reacción y entonces quedan cojas”, mujeres que pretendían glúteos más abultados.
Alejandra Guzmán, otra víctima de médicos sin escrúpulos
 “Es un negociazo, y la medicina no se debe tomar como un negocio, y luego los medios hacen creer sobre curas y tratamientos milagrosos”, dice Decrescenzo, y menciona que por eso tuvo “broncas” con la presentadora de noticias María Julia Lafuente; por hacer publicidad a cosas que hacen daño, “pero ella dice que es la libertad de expresión, ah pues por qué entonces no promueven al narco, que se expresen, que digan que es a toda máquina fumarse un cigarrito de mariguana”.
Son muchas las clínicas que realizan procedimientos inadecuados, porque la gente “se deja ir como el Borras, hay mucha desinformación y los medios deben colaborar para no dar publicidad a esas cosas, si yo publicito que los niños deben manejar armas, soy un cómplice” del mal uso que hagan con ellas.
Es algo delicado la salud, aquí se abusa de la gente que tiene baja autoestima, es un descaro bruto, son sinvergüenzas. Hay mujeres artistas, como Alejandra Guzmán, que no tenía las “pompis” antiestéticas, pero decidió operarse y hoy anda batallando.  “Para qué le buscan tres pies al gato si tiene cuatro, y los burros también”, señala el comisionado.


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