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Llegan al Hospital Universitario, pacientes de charlatanes médicos |
*Grave problema de salud pública en Nuevo León.
David Carrizales/ Parte II
Monterrey, NL, 23 de septiembre- La realización de
cirugías estéticas por gente no especializada y en lugares inadecuados,
constituye un problema de salud pública en Nuevo León, pues se ha detectado que
se utilizan para modelar la cara y otras partes del cuerpo, silicones para
ventana, aceite industrial o de motor, que provocan en los pacientes, ulceras,
deformaciones, así como problemas en el funcionamiento muscular, entre otros.
Víctor Noé Elizondo Tijerina, presidente del Colegio
Noreste de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (Concper), señaló que
para tratar de evitar que la gente sufra ese tipo de complicaciones por
falta de información, el organismo nacional que aglutina a los profesionistas
del ramo, como parte de la campaña “Cirugía Plástica Segura”, publica en su
página de internet, estado por estado, los nombres de todos los especialistas
que cuentan con acreditación para realizar operaciones.
Además, se pide a los más de 120 cirujanos plásticos del
Concper, que tengan en su consultorio a la vista de sus pacientes, sus
certificados originales de carrera y especialización, como marca la norma
oficial.
Si bien en la entidad hay profesionistas muy destacados,
dijo Tijerina, también hay médicos generales ajenos al colegio y de otras
especialidades, así como gente que ni siquiera tiene la carrera de medicina,
que le hacen al cirujano plástico.
Agregó que esas personas realizan las llamadas cirugías
del tercer milenio que inyectan sustancias modelantes, que no son de uso
médico.
“Se han detectado casos de silicones para ventana, de uso
industrial, aceites de cocina, de motor, y esto ocasiona un problema muy
importante en la salud del paciente, ya que el cuerpo tiene una reacción
interna de rechazo a nivel inmunológico que provoca que el paciente se
autodestruya”.
Expuso Elizondo Tijerina que es difícil saber cuánta
gente se dedica a ese tipo de operaciones porque actúan de manera clandestina,
pero hay quien estima que son más que los profesionistas acreditados. “Por eso
digo en broma que los que realizamos operaciones de cirugía estética ya somos
más que las tiendas Oxxo”.
Aseveró, “en el colegio buscamos acreditar no por tener
un mercado más grande, sino por ayudar en la salud pública”. Si a la gente
realmente le interesa una cirugía estética, que vaya con el especialista,
porque más importante que su apariencia física, es su salud y la propia vida.
Algunos me preguntan si decir “cirugía segura” es que es
infalible; les digo que no hay infalibilidad en cirugía, pero es menos probable
que haya un mal resultado, si se cumplen los requisitos, en lugares
acreditados, en una clínica con aval de salubridad, no en un hotel, o en
una casa medio adaptada, y con el cirujano especializado.
El presidente del Concper, afirmó que es frecuente que
pacientes que fueron atendidos de manera inadecuada, acudan con el cirujano
plástico para tratar de resolver su problema, pues hay que recordar que el
origen del cirujano plástico es el de cirujano reconstructivo, y es quien puede
ofrecer algo para retirar una sustancia extraña que causó daños y alteraciones.
Pero ya cuando el cuerpo reacciona rechazando la
sustancia extraña aplicada, se requiere además un especialista en inmunología y
un traumatólogo, pero por la gravedad de los daños, hay pacientes que
tristemente mueren.
En Guadalajara, recordó, la estilista conocida como “La
Matabellas”, hace diez años causó daños severos al aplicar inyecciones de
aceite industrial para aumentar glúteos y chamorros. Tan solo en el Instituto
Jalisciense de Cirugía Reconstructiva se atendieron más de cien casos.
El especialista aseveró que muchas veces cuando se inyecta
el producto tarda dos, tres y hasta diez o más años, para que se manifieste un
problema de salud. Así que cuando esto sucede, el responsable ya no está, “son
golondrinos, hacen sus desmanes y se van a engañar más gente a otra ciudad”.
Después de ser afectados por charlatanes, acuden al sector público
Atender las complicaciones de una cirugía mal practicada,
es muy caro en el medio privado, por eso los afectados van al IMSS, Issste o el
Hospital Universitario (que cobra costos de recuperación), donde se les puede
ofrecer la misma cirugía reconstructiva, sin lastimar tanto su economía, pues a
veces requieren cuatro cinco intervenciones.
Elizondo Tijerina agregó que el “gancho” para que la
gente se someta a cirugías con personal no especializado y lugares que no
cumplen las condiciones, son los bajos costos, “pero si cobran tres mil pesos
es porque invirtieron 50 pesos en el material”, un litro de aceite por ejemplo.
Y a la larga lo barato sale caro, porque perjudican su
salud, y por más esfuerzos médicos o recursos que se inviertan, a veces ya es
muy poco lo que se puede hacer, porque es cuestión de la respuesta del cuerpo.
En opinión de Elizondo, se recurre a la cirugía estética,
muchas veces por un complejo que traemos. Si somos un poquito narigones, te
puedes hacer una operación y queda preciosa la nariz, pero nos seguimos viendo
narigones en el espejo.
Igual, si somos gorditos, nos seguiremos viendo gorditos,
porque es la imagen que tenemos en el cerebro. Si hay ese problema mental, el
paciente que quiere mejorar su apariencia, lo hará una y varias veces, hasta
que llega un momento que la operación ya es más riesgo que mejoría y entonces
se comete el error de ir a tratamientos “milagrosos”.
Yo insisto que una operación estética no es un milagro,
pero hay gente que lo confunde con ir a la peluquería, y no es así, vas al
quirófano, a que te implanten un cuerpo extraño. Cada organismo responde de
manera diferente, es un procedimiento seguro, pero no infalible, hay un riesgo,
aunque se haga con todas las de la ley; por eso se les hace firmar el
“consentimiento enterado”.
Cuando la operación la realiza alguien sin la capacidad
necesaria, sin ética, y en un lugar que no cumple las condiciones, es una
bomba; pero desafortunadamente, todos tenemos un pensamiento mágico, y la gente
se convence, porque alguien les dice “mi amiga se lo hizo y no le pasó
nada”, pues sí, pero pueden pasar hasta diez, 15 años, para que pase lo grave,
y a veces ni relacionan el mal con la operación que les practicaron”.
El presidente del colegio de cirujanos plásticos, señaló
que han ido a la baja las cirugías estéticas, al menos entre los
profesionistas acreditados, porque a Nuevo León venía mucha gente de Estados
Unidos. Hasta hace tres años, un 30 por ciento de las operaciones se las
realizaba gente foránea y 70 por ciento local; pero en este momento, sólo el
cinco por ciento es de fuera.
Ha cambiado la cultura, hoy los hombres confiesan que se realizaron "una lipo"
Pero también de la entidad se hace menos operaciones, por
la situación económica, y por la inseguridad muchos prefieren tener un
ahorrito, “no se vaya a ofrecer”.
Si hay la percepción que existe un “boom” de operaciones
de cirugía plástica, expresó Elizondo, es tal vez porque muchos se las
practican con personas y en lugares no acreditados.
Y también porque antes nadie lo decía, y ahorita viene la
comadre con otra comadre. Antes entre más noche venían era mejor para que nadie
los viera y hasta daban un nombre falso. El tema ya no es tabú, ahora los
hombres tranquilamente cuentan, “me hice lipo, me arreglé la nariz, ahora sí se
cacarea el huevo, se dice libremente sin tapujos”.
Elizondo Tijerina dijo que es frecuente que vayan
personas, sobre todo a hospitales públicos, a buscar apoyo ante un mal
procedimiento.
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“Llegan con úlceras porque les inyectaron los glúteos o
el busto con un aceite no indicado para uso médico, han llegado prácticamente
familias porque dos hermanas y la mamá se sometieron al mismo procedimiento, y
es muy triste que por algo que creen les va a beneficiar en estética a la larga
les ocasione serios problemas de salud”
Y su mejor propaganda, la hacen las propias víctimas.
“Mira qué bien te ves”, les dice una amiga, y la otra cuenta que fue con las
cirugías de tercer milenio, que no hay bisturí, que no hay recuperación, y el
resultado es inmediato, la operación es más que ambulatoria –que requiere
recuperación en el domicilio- pero aquí se operan, y se van a bailar, a la
pachanga, a festejar.
Pero a la larga, esta gente termina física y
económicamente mal y emocionalmente devastada, pues a veces ni queja presentan
porque por las áreas inyectadas les da pena mostrar el daño que sufren y dejan
que crezca la enfermedad, “ya cuando acuden con el especialista es muy difícil
ayudarles”.
Elizondo Tijerina señaló que si el sector salud no hace
cirugía estética, es porque hay tanta chamba, por eso se ven como de lujo, y se
marcan prioridades. Igual aquí, hay pacientes que se retiran de pronto, porque
en la familia surgió un problema de una apendicitis y le dan prioridad.
Aseveró que la cirugía estética ya no es cara realmente,
dejó de ser para una elite, son económicas, porque son poco invasivas, y al ser
ambulatorias baja mucho el presupuesto.
Afirmó que las quejas que se presentan contra miembros
del Colegio, son porque una paciente señala que no la dejaron como quería,
“pues querías quedar como Thalía y estabas como Chachita, si no se hacen
milagros."
Para evitar esos problemas, expresó, es importante a
relación con el paciente, hablarle con la verdad en cuanto a las expectativas,
y así lo razonable es que si el paciente no entiende las posibilidades, es
mejor no operar, porque habrá problemas, es de sentido común.
Yo les digo que lo más fácil sería bajarles el cielo y
las estrellas para convencerlas, pero debe ser al revés, ponerles todas las
trancas, y si la paciente las brinca todas, quiere decir que el resultado será
acorde a las expectativas.